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El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acordó ayer proseguir con el procedimiento abierto contra tres militares estadounidenses por su presunta implicación en la muerte del cámara de Telecinco José Couso en Bagdad (Irak), el 8 de abril de 2003, al rechazar la solicitud del fiscal de archivar la causa.

De hecho, al juez le «llama la atención el cambio de posición ahora adoptado por el Ministerio Fiscal», ya que en su momento no se opuso a las órdenes de detención a efectos de extradición que dictó contra los tres militares y eso, «lógicamente», significaba que «estaba de acuerdo» con la decisión «y, en consecuencia, que estimaba que el delito existía y que además los militares señalados eran responsables del mismo».

Pedraz adopta esta decisión en un auto en el que desestima el recurso del fiscal pidiendo ese archivo, y confirma así el procesamiento de los tres militares a los que considera responsables de las muerte del cámara: el sargento Thomas Gibson, el teniente coronel Philip de Camp y el capitán Philip Wolford.

«Es más», destaca el auto, el pasado 24 de abril el juez acordó transformar las diligencias en sumario, «también con la anuencia del Ministerio Fiscal», que «nada opuso», lo que asimismo, en opinión de Pedraz, «significaba que seguía estimando que los hechos revestían caracteres de un delito grave». «Entonces, también en ese momento, el Ministerio Fiscal seguía considerando la existencia del delito y la responsabilidad de aquellos» y «sin embargo, unos días después sin que se haya practicado diligencia alguna (...) que aporte dato nuevo en la instrucción de la causa, considera todo lo contrario».

Por ello, «sentado, con la anuencia del Ministerio Fiscal durante casi cuatro meses, que existía el delito», «el siguiente trámite procesal consecuente es el procesamiento de los imputados si es que existe algún indicio racional de criminalidad».