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Si el jueves el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, rehusaba pronunciarse sobre la actuación del ex director de la Policía Nacional Agustín Díaz de Mera, ayer la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, le recordó al eurodiputado del PP y mano derecha del ex ministro del Interior Àngel Acebes que «tiene la inexcusable obligación» de colaborar con la Justicia y revelar quién es esa supuesta fuente que le habló de la posible existencia de un informe que relacionaba a ETA con el 11-M.

La vicepresidenta del Gobierno señaló que el caso de Díaz de Mera es «un caso claro en el que todo el mundo está de acuerdo». «Si el señor Díaz de Mera tiene alguna información, cualquier información, que ayude a esclarecer el atentado del 11-M tiene que facilitársela al tribunal», aseveró De la Vega, que recordó que «es su mandato constitucional». «La Constitución establece y obliga a todos los ciudadanos a colaborar con los requerimientos de los jueces», enfatizó la vicepresidenta, que no perdió la ocasión para advertir al ex director general de la Policía que «lo que no se puede hacer en democracia es lanzar acusaciones y no probarlas». «No se puede querer lanzar la piedra y esconder la mano», proclamó De la Vega. El portavoz del PP negó que existan divisiones en el PP sobre el caso Díaz de Mera.

Respecto a este caso, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, negó cualquier división interna en el partido y aseguró que «nadie pone en duda que Díaz de Mera sea una persona honesta y entrañable».