Eduardo Zaplana, junto a Paulino Rivero, ayer en el Congreso.

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La recusación del magistrado Pablo Pérez Tremps por parte del Tribunal Constitucional, apartándole del estudio de los recursos de inconstitucionalidad presentados contra el Estatut, ha dejado la reforma en situación precaria de cara a su futura discusión en el seno del tribunal. Sin embargo, y pese a que el Gobierno cree que la decisión del TC no tiene precedentes, no baraja sustituir a Pérez Tremps. Sin embargo, el magistrado sí se plantea presentar la dimisión.

Pérez Tremps se ha convertido en el primer magistrado de la historia del Constitucional que ha sido recusado, después que el Tribunal haya invertido meses en debatir el segundo escrito de recusación presentado por el PP. El primero fue rechazado con los votos de los jueces conservadores. «Allá cada cual con su conciencia», comentó Pérez Tremps cuando se le preguntó por la posibilidad de que sus tres compañeros recibieran presiones por parte de sectores de la derecha.

El magistrado, en declaraciones a la Cadena SER, dijo estar planteándose presentar su dimisión, aunque puntualizó que este tipo de decisiones es mejor no tomarlas «en caliente» y se decantó por valorar su «situación personal e institucional». Pérez Tremps explicó que «si no hubiera estado en condiciones» de intervenir en la resolución del recurso contra el Estatut «me habría tenido que ir del Tribunal Constitucional», porque «aquí se viene a defender la Constitución, no a defender estatutos, ni leyes, ni gobiernos, ni oposiciones».