El consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga, ayer en rueda de prensa en la Lehendakaritza, en Vitoria.

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El consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), aseguró ayer que el objetivo del Gobierno al no transferir las prisiones al País Vasco es «retener a determinados presos como moneda de negociación» en el final dialogado de la violencia.

Batasuna también entró en la cuestión de los presos y exigió a los Estados español y francés que «acepten y reconozcan» el estatus político del colectivo de reclusos de ETA y opinó que la aportación de estos al desarrollo del proceso de paz puede ser «notable».

La acusación del Gobierno vasco se produjo en una jornada en la que el Ejecutivo respondió a las afirmaciones efectuadas el miércoles por el PP, que le acusó de consentir los contactos entre el PSE y Batasuna mientras ETA asesinaba al socialista Joseba Pagazaurtundúa, algo que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó de «auténtica infamia» y «una vileza».

El asunto de los presos ha surgido después de que el consejero vasco de Justicia aludiera a las declaraciones del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien apeló en el Congreso al «don de la oportunidad» del PNV para que no pida ahora la transferencia de instituciones penitenciarias a Euskadi, que no se traspasarán al estar afectados por ello «intereses determinantes de la seguridad del Estado». Azkarraga calificó de «excusa» la argumentación de Zapatero y dijo que su afirmación es «enormemente grave y preocupante».

En su opinión, las palabras del presidente del Gobierno «insultan» a la Administración vasca, al «cuestionar nuestra capacidad para gestionar las cárceles».