El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ayer durante la sesión de control en el Congreso.

TW
0

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, acusó ayer al PP de «inmoralidad» por haber sometido al Parlamento al «bochorno de sus delirios» llevando al debate su «teoría de la conspiración» sobre la autoría de los atentados del 11-M.

Según Zaplana, «todas las sospechas de ocultación, manipulación o falsificación de pruebas apuntan siempre en la dirección de los altos cargos» de Interior, y Rubalcaba se niega a aportar al Parlamento lo que exigió «irresponsablemente» al Gobierno popular en «unas horas trágicas» tras los atentados. Rubalcaba consideró una «paradoja» que le pidan explicaciones por lo que hizo el Ejecutivo del PP.

En una tensa interpelación en la que el portavoz popular, Eduardo Zaplana, insistió en las «dudas» que persisten sobre el 11-M, Rubalcaba destacó la «enorme contradicción» de la teoría del PP: que la misma ETA que el anterior Gobierno declaraba «prácticamente vencida» fuera capaz de «organizar el atentado más grande de su historia criminal». «Sí hubo una conspiración: la que protagonizaron ustedes para intentar engañar a todos los españoles», acusó el ministro.

Zaplana le había planteado preguntas sobre la investigación de los atentados, tras afirmar que existen «flagrantes contradicciones» entre el sumario judicial y las conclusiones de la comisión parlamentaria.

Para el representante del Partido Popular, el responsable de que no se esclarezca la verdad es el ministro del Interior, a quien acusó de «ocultar información».