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El president de la Generalitat, Pasqual Maragall, reivindicó ayer el Pacto del Tinell que llevó a la creación del tripartito y el «proyecto compartido» de «futuro espléndido» que éste supone «más allá del Estatut». Maragall realizó esta defensa del tripartito precisamente el día en que se consolidó la expulsión de ERC de la Generalitat por su voto contrario al Estatut: en el acto de toma de posesión de los seis nuevos consellers que sustituirán a los republicanos. Así, el president manifestaba su intención de, en la próxima legislatura, reeditar el Gobierno de coalición entre PSC, ERC e ICV.

Tras manifestar su «alta consideración» hacia los consellers republicanos, el president hizo hincapié en el trabajo del ex conseller primer Josep Bargalló, por «su sentido del deber, eficacia y lealtad que será difícil igualar». Maragall tuvo palabras para los tres nuevos consellers -Xavier Sabaté en Gobernación; Carme Figueras en Bienestar y Familia, y José Manuel del Pozo en Educación, Universidades y Educación- y recordó los objetivos principales de su Gobierno. En primer lugar, lograr un 'sí' masivo al Estatut en el referéndum del 18 de junio. En segundo lugar, que el país «funcione bien», y, por último, que los ciudadanos perciban lo que hace y quiere hacer el Gobierno.

En un acto de toma de posesión que tuvo lugar en el Palau de la Generalitat y en presencia de los consellers destituidos, Maragall reiteró su «agradecimiento sincero» a los seis republicanos que han formado parte de su Gobierno, porque «con todos he compartido el proyecto más completo, rico y serio de las izquierdas en los últimos 70 años». De ahí que la expulsión de ERC de la Generalitat haya sido la decisión «más difícil» de su carrera, según dijo, aunque la consideró «inevitable» tras el 'no' de los republicanos al Estatut.