Maragall, junto al conseller d'Agricultura, Jordi Williams, antes de clausurar el congreso 'Mundo Rural en Catalunya'.

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OTR/PRES-BARCELONA
El president de la Generalitat, Pasqual Maragall, anunció que la semana que viene convocará oficialmente el referéndum sobre el Estatut que se celebrará en Cataluña y que está previsto para el próximo 18 de junio, pero evitó pronunciarse en todo momento sobre el «No» que pedirá ERC en la consulta ciudadana. La decisión de los republicanos ha abierto un panorama incierto en Cataluña y el adelanto de elecciones vuelve a ser una posibilidad que no deja de mencionarse en las esferas políticas. Según el secretario de organización del PSC, José Zaragoza, el partido apoyaría al president en este sentido, si bien aboga por acabar la legislatura.

Sin embargo, Maragall evitó pronunciarse sobre temas polémicos como la negativa de ERC al texto o las declaraciones del presidente de los republicanos, Josep Lluís Carod-Rovira, en las que señaló que PSC e ICV pueden salir cuando quieran del tripartito si se sienten «incómodos» en la actual situación. En un acto sin posibilidad de preguntas a la prensa, el president tampoco hizo referencia sobre la posibilidad de que le hubiera planteado a Carod-Rovira una salida negociada del Gobierno o convocar elecciones anticipadas.

«La semana que viene» Maragall convocará «el referéndum que tiene que abrir una segunda etapa de la gobernación de este país», proclamó el president en el acto de clausura del Congreso del Mundo Rural que comenzó el viernes en Cataluña. Según dijo, el referéndum es «una cita que pese a todos los avatares de este proceso, pese a la incomprensible actitud de sus detractores, estoy convencido de que nuestro pueblo lo resolverá con una gran y una positiva afirmación como país».

Un hipótesis que confirmó el conseller primer de la Generalitat, el republicano Josep Bargalló, aunque subrayó que esta posibilidad «ni es la única ni es la que ERC propone». La convocatoria de elecciones anticipadas es una posibilidad que sigue de una u otra forma sobre la mesa de los partidos catalanes, especialmente en los de la oposición (CiU y PP), y que ICV tampoco descarta para después del referéndum.