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El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que el Gobierno dispone de «datos» que le permiten «desligar a las cúpulas de ETA y de Batasuna» de haber ordenado los dos atentados del fin de semana pasado en Navarra y el País Vasco, aunque matizó que el Ejecutivo no tiene aún «una certeza completa» sobre la autoría.

Rubalcaba reiteró que el Estado dispone de «medios» y «mecanismos suficientes para saber si se trata de lo uno o de lo otro», y añadió que también está tratando de «averiguar» quiénes fueron los autores de los ataques en Barañain y Getxo «para ponerlos a disposición judicial».

Rubalcaba indicó que las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia están «acabando los trabajos» de investigación pero ya «se inclinan por pensar» que los ataques no responden a una decisión de la dirección de ETA o de Batasuna y que, por lo tanto, tampoco se estaría ante un «rebrote de la 'kale borroka', sino ante hechos con otra lógica diferente».

El ministro de Interior hizo hincapié en asegurar que cuando el Gobierno informe en su momento en el Parlamento de que hay una voluntad inequívoca de la banda de abandonar la violencia, será en el momento en que tenga esa «convicción», algo para lo que dijo, no existe un límite temporal.

Rubalcaba añadió que en ese proceso de verificación del alto el fuego trabajan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en cooperación con los servicios de inteligencia franceses, pero negó que exista intervención de algún observador extranjero. También aseguró Rubalcaba que las fuerzas de seguridad trabajan en colaboración con la Ertzaintza.