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AGENCIAS-VIENA
La reforma laboral que se lleva fraguando 'a fuego lento' durante los últimos meses parece que finalmente saldrá adelante, aunque será «menos ambiciosa» de lo que pretendía el Gobierno en un principio, según declaró el ministro de Economía y vicepresidente segundo, Pedro Solbes.

A pesar de esto, resaltó que lo importante y «fundamental» es que sea «pactada» entre los agentes sociales por razones de «eficacia».

Aunque parezca que se podría llegar a un acuerdo en próximas fechas, Solbes consideró necesario seguir debatiendo sobre la reforma laboral, «seguir dándole vueltas», porque debe ser «un tema permanente de la política económica» para ir corrigiendo los posibles «errores» que puedan surgir.

«Posiblemente el resultado final será un acuerdo sobre la base de las propuestas que el Gobierno hizo en su momento, pero tal vez sea menos ambicioso de lo que el Gobierno pretendía», dijo Solbes al término de la reunión informal de ministros de Economía de los Veinticinco en Viena, que lo atribuyó a que las posiciones de la patronal y los sindicatos «no siempre son las mismas».

Reconoció que, aunque hubiera preferido un acuerdo «más ambicioso», lo «importante» es que la reforma se materialice. «Siempre partimos del supuesto de que por razones de eficacia en la aplicación el que la reforma fuera pactada entre los interlocutores sociales era fundamental», apuntó.

No obstante, consideró necesario seguir debatiendo sobre la reforma laboral porque, a su juicio, ésta debe ser, como la Seguridad Social, un «tema permanente del orden del día de la política económica porque siempre hay temas pendientes y cosas que se pueden hacer».

A ese respecto, Solbes abogó por «darle vueltas» cada tres o cuatro años» para «corregir» los posibles «problemas y disfunciones» que se detecten. Los ministros de Economía de los 25 debatieron ayer las reformas de los mercados de trabajo y las pérdidas de empleo por la globalización.