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Alfredo Pérez Rubalcaba y José Antonio Alonso se convirtieron ayer, con sus respectivos nombramientos al frente de los ministerios del Interior y de Defensa, en los dos hombres clave del Gobierno en el reto de verificar y consolidar el alto el fuego permanente anunciado el pasado 22 de marzo por ETA.

Los datos que Interior, ya con Rubalcaba al frente, entregará al jefe del Ejecutivo, son el resultado de la labor de comprobación que llevan a cabo la Policía, la Guardia Civil y la Secretaría de Estado de Seguridad sobre las actividades de la banda terrorista desde la entrada en vigor del alto el fuego permanente a las cero horas del 24 de marzo.

Rubalcaba, como ministro del Interior, conocerá de primera mano los análisis de los servicios de información de la Policía y de la Guardia Civil acerca de las intenciones de la banda terrorista, mientras que Alonso desde Defensa se responsabilizará de los datos que sobre ese mismo particular genere el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Precisamente, el ministro del Interior saliente, José Antonio Alonso, entregó a mediados de esta semana al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el primero de los informes que ese departamento le hará llegar periódicamente sobre verificación de las actividades -o inactividad- de la banda.

Además, Rubalcaba, quien hasta ahora ha ejercido como portavoz del grupo socialista en el Congreso de los Diputados, está considerado por sus compañeros parlamentarios como la persona que «en la sombra» estaba dirigiendo el proceso de pacificación en Euskadi, y que ahora liderará desde Interior.

Rubalcaba vuelve al Ejecutivo tras haber estado al frente de las carteras de Educación y Presidencia (lo que conllevó el cargo de Portavoz) en los Gobiernos de Felipe González.

Alonso, el primer ministro del Interior en el Gobierno presidido por Rodríguez Zapatero, deja esa cartera después de constatar el proceso de «alto el fuego permanente» y verificar la inactividad de ETA en estos primeros días.

Con estos nombramientos y el de la nueva ministra de Educación, Mercedes Cabrera, Rodríguez Zapatero afrontó ayer, a los dos años de legislatura y quince días después del alto el fuego de ETA, su primer cambio de Gobierno al permitir la salida José Bono, que deja su cargo en el Ministerio de Defensa.