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El secretario de organización de ERC, Xavier Vendrell, ha asegurado que Esquerra seguirá aplicando su carta financiera y pedirá a todos sus cargos de designación política que contribuyan a las finanzas del partido, al tiempo que ha acusado de «hipocresía» a las formaciones que les han criticado. Según Vendrell, ERC «no tiene que avergonzarse de nada», sino todo lo contrario, porque su sistema de financiación es «absolutamente transparente», se aplica con normalidad desde 1998 y durante todos estos años «ha sido supervisado por el Tribunal y la Sindicatura de Cuentas».

Vendrell ha recordado que en los seis departamentos de la Generalitat que dirige ERC hay entre 40.000 y 50.000 personas y que ninguna de ellas ha denunciado jamás al partido.

También el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, se ha referido al asunto, ha lamentado que los dirigentes de CiU les reprochen algo cuando esta formación tiene el récord estatal de «donaciones anónimas», con 4,1 millones de euros, «que estoy seguro que no son a cambio de nada», y ha considerado «poco responsable» la actitud del líder de ICV y conseller, Joan Saura, al haber pedido la dimisión de Vendrell.

Por su parte el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, calificó de «extorsión» que merecería la intervención de la justicia los envíos de cartas a trabajadores de la Generalitat de Catalunya para que paguen cuotas a ERC si aquellos que las reciben no son militantes de esta formación. En una entrevista en Punto Radio, Rodríguez Ibarra dijo que si tales cartas sólo van dirigidas a militantes de ERC ya le «parece mal», porque no se mediría la «eficacia» del trabajo realizado, sino la «lealtad económica» al partido. Agregó que si además estas cartas llegan a personas no afiliadas a esta formación lo considera «sencillamente intolerable», hasta el punto de que, si fuera así, «debe intervenir hasta la justicia», porque, apostilló, se trataría de «una extorsión hacia un ciudadano».