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El Gobierno anunció ayer que esperará a que haya «signos inequívocos» de ausencia «definitiva» y «permanente» de violencia en todas sus formas, incluida la extorsión, por parte de ETA, antes de iniciar un posible diálogo.

Ante la entrevista que mantendrá el próximo martes en La Moncloa con Zapatero, Mariano Rajoy expresó ayer su esperanza de que tras el alto el fuego de ETA «lo que quiera hacer» ahora el presidente del Gobierno «sea razonable y se ajuste al Pacto Antiterrorista», para poder darle así su apoyo.

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aseguró ayer que el Gobierno será «coherente» con la resolución aprobada en el Parlamento, lo que obliga a que haya «signos inequívocos» de «ausencia definitiva, permanente, de violencia» por parte de ETA para iniciar cualquier hipotético diálogo.

En esa misma línea, el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, insistió ayer en que la única «hoja de ruta» del Gobierno ante un posible proceso de paz es dicha resolución, que fue adoptada por el Congreso el pasado mes de mayo.

Los ministros de Interior, José Antonio Alonso, y de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, pidieron «unidad» y «tranquilidad», mientras que el titular de Defensa, José Bono, afirmó que «no va a haber atajos legales» y advirtió de que «ni el CNI, ni la Guardia Civil, ni la Policía, ni los fiscales están en tregua».

Los partidos políticos vascos coincidieron al estimar que el «tiempo político» abierto en Euskadi con la declaración del alto el fuego permanente de ETA va a ser largo y complejo y que, incluso, podría retrasarse hasta la siguiente legislatura.

El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, avanzó que la postura del PP de cara a un futuro proceso de paz dependerá «de los planes que tenga el Gobierno», después de la estrategia de «gestos» hacia ETA que, en su opinión, ha mantenido el Ejecutivo.

Varios dirigentes del PP subrayaron ayer que Zapatero ha vuelto, tras el alto el fuego, al discurso con el que propuso el Pacto Antiterrorista, lo que supone un «cambio radical» respecto a los últimos dos años que esperan se confirme cuando Rajoy se entreviste con él el martes en La Moncloa.

Zapatero aprovechó ayer la inauguración en Bruselas de la exposición «Portugal y España, 20 años de integración europea», celebrada antes del comienzo del Consejo Europeo, para expresar su agradecimiento a Europa «por el apoyo para la paz en España». «Una paz tan deseada durante generaciones que debe llegar al último rincón de nuestro territorio», dijo Zapatero.