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EFE-KOSOVO
El ministro de Defensa, José Bono, en visita a las tropas españolas en Kosovo, elogió ayer el mestizaje y afirmó que «lo único miserable es aquello que evoca la diferencia hasta la muerte».

«Aquí y en otros sitios ven al vecino como extranjero y se pretenden levantar barreras», dijo el ministro, quien agregó que «los uniformes de los soldados representan libertad, igualdad, justicia y unión entre los españoles».

En su segunda jornada del viaje de cuatro días para visitar a las tropas españolas desplegadas en los Balcanes y Pakistán, el ministro llegó a Kosovo, donde recorrió la base española de Istok y almorzó con los militares.

En su alocución a los soldados, Bono se refirió a los problemas en Kosovo, donde la diferencias étnicas han provocado 400.000 muertos, y señaló que «hay gente tan torpe que hace de la diferencia su bandera».

Tras señalar que «las diferencias exacerbadas» requieren la presencia de los militares, Bono aseguró que «no hay nadie que desea la paz en el mundo que los que con uniforme luchan todos los días por ella».

El ministro de Defensa definió a los soldados como «españoles sin fronteras para extender la paz en el mundo», y les transmitió el mensaje de felicitación del Rey.

El ministro de Defensa recibió amplias explicaciones de las labores que desarrollan aquí los militares españoles, e inauguró un monolito en homenaje a Miguel de Cervantes.

En Kosovo, España mantiene desplegados unos 800 militares, encuadrados en la misión KFOR, en la que están implicados 37 países, de los que 25 pertenecen a la OTAN. La mayoría de los soldados en la base española de Istok pertenecen a la agrupación Córdoba, de Cerro Muriano, y a la agrupación de Valladolid.

Las tropas españolas están presentes en Kosovo desde hace seis años y su área de responsabilidad se centra en la provincia de Istok, que cuenta con una población de unos 45.000 habitantes, la mayoría de ellos albaneses.

El coronel Casimiro San Juan, jefe del contingente español en este enclave kosovar, explicó ayer al ministro Bono que Kosovo vive una situación actual de «volatilidad y calma inestable», y agregó que no hay acciones contra las tropas internacionales y el movimiento está restringido. Consideró el militar que el futuro de Kosovo dependerá de la resolución sobre su independencia que tiene que tomar la comunidad internacional esta próxima primavera.