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El crecimiento del 3,4% experimentado por los precios en los últimos doce meses obligará al Gobierno a destinar 1.872,78 millones de euros para reponer a los pensionistas los 1,4 puntos de poder adquisitivo que han perdido durante el año. El importe de la paga compensatoria para la pensión media de jubilación ascenderá a 132,11 euros, y será abonada en enero.

Según estos cálculos, el Ministerio de Trabajo tendrá que destinar 1.792 millones de euros a las pensiones contributivas, cifra a la que hay que añadir los cerca de 81 millones de euros que suponen las no contributivas, lo que arroja un total de 1.872,78 millones de euros.

Según el IPC difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística, en noviembre -mes que se toma como referencia para actualizar las pensiones- la tasa interanual de inflación se situó en el 3,4%, es decir, 1,4 puntos por encima de la previsión fijada por el Banco Central Europeo.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, afirmó ayer que la desviación del IPC está «dentro de los parámetros normales», y aseguró que pese al pago de los 1.872 millones de euros, este año la Seguridad Social presentará el «superávit más grande de su historia» fruto del «gran momento que vivimos».

Según cálculos del Ministerio de Trabajo, cada décima de desviación de los precios costará unos 64 millones de euros, con lo que las catorce décimas adicionales supondrían un gasto de 896. A esta cantidad, hay que sumar otros 896 millones de euros destinados a consolidar la desviación en las nóminas de los pensionistas para 2006 y ejercicios futuros, con el fin de garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo el año próximo, tal y como establece la Ley de Racionalización y Consolidación de Pensiones de 1997.