El secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga.

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EUROPA PRESS/EFE-BILBAO/MADRID
El parlamentario de EHAK Julián Martínez aseguró ayer que el proceso de paz «no se ha iniciado» porque no existen «una bases previas» firmadas entre los partidos políticos que garanticen «el proceso de superación del conflicto hasta el final». Además, instó al PSOE a adoptar «una actitud atrevida» y abandonar la «ambigüedad» en la que, a su juicio, se encuentra instalados debido al «vértigo» que le produce el PP.

Según Martínez, ETA «dará el paso cuando lo tenga que dar», y advirtió de que «todavía en estos momentos no hay unas bases firmadas entre los partidos que garanticen el proceso de superación del conflicto hasta el final». «Es decir, el proceso de paz todavía no se ha iniciado, porque hay esas bases previas que no están firmadas, no hay un acuerdo. No hay un acuerdo para que se inicie ese proceso. Hay que acordar una vía que, una vez iniciada, no tenga marcha atrás», agregó.

Martínez negó, en declaraciones a Radio Euskadi, que las manifestaciones de Arnaldo Otegi desvelando contactos de Batasuna con el PSE a lo largo de cinco años hayan supuesto una «indiscreción». El representante de EHAK en la Cámara vasca admitió que la resolución del Congreso, aprobada a instancias de Rodríguez Zapatero, es «un hecho positivo». «Pero son palabras y hechos concretos faltan. Están ahí la ley de partidos, la dispersión, la Audiencia Nacional», prosiguió.

Por esta causa, aconsejó a los socialistas adoptar una «actitud atrevida» y dejar de mostrarse «pusilánimes» y «ambivalentes» por el miedo a «la rentabilidad política» y porque «tiene al PP montado en la chepa y no sabe cómo quitárselo de encima». «Los pasos que hay que dar en ese diálogo están muy claros. Hay que ser atrevidos y darlos. No se atreven porque tienen una rémora, que es el PP, y tienen un vértigo a que esto pueda cambiar», explicó.

El parlamentario de EHAK insistió en los riesgos que existen de que un proceso de paz no llegue a «buen puerto», entre los que citó «que tanto el Estado español como el francés no asuman tanto el reconocimiento de Euskal Herria como nación y el derecho a decidir, y que, por otra parte, al PNV se le ve que su opción es el proceso autonómico».