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El ministro de Defensa, José Bono, aseguró ayer que España no es una «nación de naciones», sino «una nación de ciudadanos donde la igualdad de las personas ha de primar sobre la autonomía de los territorios». Bono insistió en que «aquí no hay más que una nación, mientras no se reforme la Constitución, y esa es España», aunque admitió que un catalán puede sentir que Cataluña lo es desde un planteamiento «cultural, sentimental o lírico». Eso sí, aseguró que confía en la «capacidad política y constitucional» del presidente Zapatero, a quien garantizó su «lealtad y subordinación».

Tachó de «vergonzoso y despreciable» que se pueda seguir utilizando el mito de ser «únicos» porque «no hay un pueblo elegido por Dios» y afirmó que «la igualdad de las personas, si entra en conflicto, debe primar sobre la autonomía de los territorios». España, según Bono, «no es un edificio en ruina o prefabricado», pero también recordó, a quienes critican su inmovilismo, que es precisamente la movilidad «la que pone en peligro a los edificios».

«A mí no me gusta el Estatuto», sentenció Bono, quien, como ya dijo después del debate en el Congreso, se siente «infinitamente más complacido» con las intervenciones en la Cámara Baja de los representantes catalanes e incluso con la del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, en la primera jornada del Debate sobre el estado de las Autonomías.

El titular de Defensa también habló ayer sobre ETA. Dijo que comparte con el presidente del Gobierno, que el único destino que pueden esperar los terroristas es la cárcel. «El futuro de ETA que yo imagino lo veo más en manos de la Guardia Civil que de conjeturas políticas», aseguró Bono, quien añadió que «desde el punto de vista político no veo más esperanza para los españoles en esta materia que los asesinos pierdan toda esperanza».

En una jornada cargada de declaraciones públicas del titular de Defensa, José Bono, confirmó también ayer en los Desayunos Informativos de Europa Press que no será el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid porque, entre otras cosas, su partido no se lo ha pedido y está «encantado» en el ministerio que dirige por encargo de José Luis Rodríguez Zapatero.