Inauguración de la conferencia para la reconciliación entre suníes y chiíes, ayer en Bagdad.

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Una ofensiva estadounidense en Ramadi, al oeste de Bagdad, acabó con la vida de 70 presuntos rebeldes, mientras que otros once han caído en combates con el ejército iraquí en diferentes puntos del sur del país. La ofensiva estadounidense en Ramadi, a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad dentro de la conflictiva provincia de Al Anbar, consistió en tres ataques sucesivos en el norte y centro de la ciudad.

Los hombres fueron descubiertos por un F-15 que patrullaba la zona, que lanzó una bomba de precisión que acabó con la vida de todos ellos. En la zona de Abu Faray, en el norte de Ramadi, un grupo de hombres armados fue divisado por un helicóptero Cobra, que mató a diez rebeldes en su ataque.

Según una nota emitida por los altos mandos, en la operación, desarrollada durante la tarde y la noche del domingo, los militares contaron con el apoyo de helicópteros artillados Cobra y aviones de combate F-15 y F/A-18.

Veinte presuntos terroristas murieron cuando, según la nota, se disponían a colocar una bomba en el mismo lugar donde otro artefacto explosivo había matado a cinco soldados estadounidenses el pasado sábado.

Según el comunicado, los hombres, «en edad militar», se estaban «concentrando en las inmediaciones de un piso franco usado por los terroristas».

Por otra parte, la Comisión Suprema Electoral iraquí anunció ayer que los «resultados preliminares oficiales» del referéndum constitucional celebrado el pasado sábado se retrasarán por la necesidad de verificar los datos. Según un comunicado de la máxima institución electoral, los resultados enviados desde algunas provincias del país indican que su población se decantó de forma casi unánime hacia el «sí» o el «no», lo que hace necesario que sean revisados.

Farid Ayyad, responsable y miembro de la Comisión Suprema Electoral, explicó que los resultados llegados a Bagdad «llegan a ser del 99 por ciento» a favor o en contra de la Carta Magna en algunos lugares.

«Esos porcentajes (elevados) se han dado en lugares donde hay una gran presencia de diferentes etnias y credos (árabes-kurdos o suníes-chiíes)», relató Ayyad, quien explicó que no desean facilitar resultados cuya veracidad no esté garantizada.