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El ministro del Interior, José Antonio Alonso, aseguró ayer que el refuerzo del perímetro fronterizo de las ciudades autónomas ordenado por el Gobierno estará compuesto por 640 miembros del Ejército dividido en dos compañías, una destinada a Ceuta y otra a Melilla, que permanecerán en la zona por tiempo indefinido cuya actuación estará coordinada por los mandos de la Guardia Civil. Esta es una de las medidas que el Consejo de Ministros aprobó ayer después de las avalancha de inmigrantes de los últimos días, junto con medidas para mejorar la acogida a los inmigrantes y la cooperación para el desarrollo.

Aunque la pasada madrugada transcurrió con normalidad en las ciudades de Ceuta y Melilla -Marruecos abortó un intento de entrada de 50 subsaharianos a Melilla-, Alonso explicó que el empleo de militares en la seguridad de la zona forma parte de una de las tres 'patas' del plan aprobado en el Consejo de Ministros. Los 640 militares se dividen en dos compañías, una para Ceuta y otra para Melilla, que tendrán un puesto conjunto de mando, al frente del cual estará el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil y el jefe de la compañía del Ejército asignada.

Además de los medios personales, Alonso señaló que se intentará hacer la valla «más eficaz y menos peligrosa para los pobres inmigrantes» que pretendan saltarla. Por eso se continuará elevando el perímetro hasta los seis metros, no sólo en la valla interior, como se estaba haciendo hasta ahora, sino también la exterior. El Gobierno también tiene previsto implantar en todo el perímetro exterior una red en contraplomada que forme con el suelo un ángulo inferior a 90 grados, de tal forma que el destino inevitable de escalarla sea caer al suelo. Ambos proyectos podrían estar acabados en tres meses.