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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró en su día que aceptaría el Estatut que aprobara el Parlament, pero eso no significa, matizó ayer la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, que el Congreso de los Diputados no pueda retocar el proyecto de reforma.

La vicepresidenta explicó que en el seno del Consejo de Ministros hubo «un pequeño debate, no muy extenso» entre los miembros del Gobierno sobre «la importancia de esta reforma» y el ministro del Interior, José Antonio Alonso, se reafirmó en su posición de que el término 'nación' para definir las comunidades autónomas de Cataluña no se ajusta a la Constitución. No obstante, el secretario de Estado de Justicia, Luis López Guerra, consideró que es «prematuro hacer análisis de constitucionalidad o inconstitucionalidad del Estatut», por lo que aventurarse en una de esas dos opciones «está fuera de lugar».

El hecho de que el presidente se haya comprometido a respaldar el Estatut que aprobara el Parlament «no significa que el texto no pueda retocarse si hay algún aspecto con problemas de constitucionalidad», matizó De la Vega, quien reiteró en varias ocasiones que este tipo de reformas debe obtener el máximo consenso en las cámaras autonómicas y tener «rigor constitucional». Además, reiteró en varias ocasiones que el debate sobre el Estatut se va a afrontar con la mayor normalidad y tranquilidad, negociando en el marco de la Constitución, pues el texto que se apruebe será constitucional «de la A a la Z», y «pensando siempre en lo mejor para los ciudadanos».

Por su parte, el presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, dijo que no está de acuerdo con el proyecto y aseguró que el Congreso de los Diputados es la «máxima garantía de que todos los estatutos serán constitucionales en la línea de garantizar la cohesión».