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Joseba Zinkunegi, uno de los tres responsables de comunicación relacionado con el PCTV-EHAK a los que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska impuso una fianza de 100.000 euros para eludir la prisión, olvidó el viernes realizar su comparecencia diaria en dependencias de la Ertzaintza, tal y como dictó el magistrado hasta que los dirigentes abertzales abonaran la cantidad fijada.

El juez dictó un nuevo auto en el que decretó su ingreso en prisión hasta hoy, cuando decidirá si queda libre tras pagar la fianza o si permanecerá en la cárcel. Mientras el presidente del PCTV-EHAK, Juan Carlos Ramos, aseguró que esta situación «a medio plazo» terminará, porque, según él, la Audiencia Nacional no encontrará «ninguna vinculación» de su partido con ETA o con la ilegalizada Batasuna.

A primera hora de la mañana de ayer, Zinkunegi se personó en una comisaria guipuzcoana tal y como le había ordenado el juez, alegando que se le olvidó realizar el trámite el día anterior. En ese momento, los agentes de la Ertzaintza le notificaron el nuevo auto en el que se decretó su ingreso en prisión, le detuvieron y procedieron a trasladarlo a Madrid, donde el magistrado le comunicará el cambio que ha sufrido en su situación procesal.

Grande-Marlaska también fijó para el mismo lunes la realización de una vistilla, de acuerdo con el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, necesaria para modificar la situación de los tres imputados. En dicha comparecencia, el juez le comunicará a Zinkunegi si le mantiene en prisión o le permite abandonar la cárcel haciendo efectiva la fianza de 100.000 euros.