Bono (en la foto, con su homólogo ruso) sí se alegró de que la Justicia actúe contra los comunistas abertzales.

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La situación del Partido Comunista de las Tierras Vascas sí llegará finalmente a los tribunales, a pesar de que ni el Gobierno ni la Fiscalía del Estado han reclamado su ilegalización. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska admitió ayer a trámite la única querella presentada contra este partido hasta ahora, por parte de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, por un supuesto delito de colaboración con ETA. Y lo ha hecho en contra del criterio del fiscal, que pidió que se archivara la querella. En todo caso, el juez no ha adoptado medidas cautelares puesto que todavía no acusa al PCTV-EHAK de ser sucesora de Batasuna.

El juez Grande-Marlaska basa su decisión en otros sumarios que ha seguido su Juzgado, el Central de Instrucción número 5, y que hacen concluir «en grado de seria probabilidad» que el entramado terrorista de ETA se compone de distintos frente, incluyendo el político-institucional. «Dentro de esta coyuntura real, aparecer la intervención en el último proceso electoral del PCTV-EHAK, dando cobertura aparente (...) a esa voluntad inequívoca de ETA, manifestada desde la misma constitución de Herri Batasuna en el año 1979», explica.

El auto no imputa al PCTV-EHAK «sucesión en el designio de Batasuna», ya que en ese supuesto no habría que hablar de colaboración, sino de integración en organización terrorista, puesto que este es el mismo delito que se imputa a los dirigentes de la formación abertzale ilegalizada procesados en la causa contra la financiación de ETA a través de las herriko tabernas. Entiende que el PCTV-EHAK es «un tercero» que no forma parte de la organización terrorista pero que tiene «conocimiento preciso de sus métodos y formas de actuaciones y por eso «prestar el auxilio requerido».