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OTR/PRESS-MÉRIDA
El Plan de Vivienda 2005-2008 costará 6.822 millones de euros, el doble de la cantidad asignada por el Gobierno del PP al Plan 2002-2005, que ascendió a 3.380 millones de euros e incluye los polémicos minipisos. La memoria económica prevé que a lo largo de 28 años la financiación del nuevo plan vaya incluyéndose en los Presupuestos del Estado. La titular del departamento, María Antonia Trujillo, tras presentar el plan al término del Consejo de Ministros, se mostró confiada en que las medidas que contiene contribuyan a estabilizar el precio de la vivienda libre.

Otras novedades son la ampliación del periodo para pagar los créditos hipotecarios de las VPO, que pasan de 20 a 25 años, y que se fija en diez años el periodo mínimo para la venta de las viviendas protegidas, pero a precio tasado y con un control por parte de las autonomías.

«Es un plan ambicioso, pero realista, que plasma el compromiso del PSOE», señaló la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, añadiendo que este plan permitirá cada año a 180.000 familias más acceder a una vivienda. Entre las novedades está la creación de dos tipos de vivienda, la de alquiler para jóvenes de 30 a 45 metros cuadrados -minipisos- y la de precio concertado, dirigida a rentas medias que no pueden optar a viviendas protegidas por sus ingresos, pero tampoco acceder al mercado libre por sus precios. El límite de ingresos para optar a ellas se sitúa en 42.750 euros al año.