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El Foro Español de la Familia desea que la manifestación que recorrerá hoy el centro de Madrid contra los matrimonios entre personas del mismo sexo se desarrolle en ambiente festivo, pero, en la víspera del evento, la atención siguió centrada en la participación del PP y de miembros de la Conferencia Episcopal.

Tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el Ejecutivo «no tiene voluntad alguna de confrontación con la Iglesia» y consideró que son los ciudadanos quienes «deben juzgar que una parte de la jerarquía eclesiástica haya elegido una cuestión como ésta para salir a manifestarse». Muestra de la continuidad del diálogo es que el jueves se constituirá la Comisión mixta Iglesia-Estado.

El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, explicó ayer que el partido decidirá quién asiste a la marcha en la mañana de hoy, concluida la campaña electoral gallega, y se mostró convencido de que no «calará» el discurso «manipulador» del PSOE que quiere colocar al PP contra los homosexuales.

Hizo estas declaraciones tras reunirse en el Congreso con el diputado del PP en las Cortes Valencianas Felipe del Baño, que recientemente hizo pública su homosexualidad, y con el miembro de la dirección de la Federación Estatal de Gays y Lesbianas (FELGT) y militante del PP Javier Gómez, quien poco antes había apuntado a los medios que Zaplana les había dicho que no participaría en la marcha.

En esa línea, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, explicó que la Iglesia no hace política cuando defiende los derechos del matrimonio «que están siendo conculcados» y consideró que hacer uso de la libertad de expresión «no extraña a ningún gobierno democrático».

Para el presidente de la Xunta de Galicia y candidato a la reelección, Manuel Fraga, «cuando la Iglesia, que lo hace muy pocas veces, se decide a ir a la calle, hay motivos para pensar que no estamos cumpliendo con el artículo 16 de la Constitución», que garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto.

Fraga apuntó que desearía ir a la marcha, pero explicó que no puede porque Galicia está en jornada de reflexión y «sería criticado». El líder de Unió y secretario general de CiU, Josep Antonio Durán y Lleida, aunque no asistirá, mostró ayer su apoyo a la manifestación, pero consideró que a los convocantes «les hace daño que el PP quiera capitalizarla y que se sume políticamente a ella, porque no hizo política familiar cuando podía».

La Federación Española COLEGAS denunció que grupos neonazis y de extrema derecha están animando a sus militantes a acudir a la manifestación a través de páginas de Internet, en las que se insta a repartir un folleto que «no cabe sino ser calificado como apología de la homofobia».

Hoy el centro de Madrid quedará prácticamente colapsado, ya que además de la multitudinaria manifestación -los organizadores esperan superar el medio millón de personas- llega a Madrid el carnaval del músico brasileño Carlinhos Brown, que recorrerá parte del paseo de la Castellana y que en Barcelona, el pasado 28 de mayo, congregó a unas 400.000 personas.