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Namsa, la agencia de la OTAN que gestionó los contratos del Yak-42, reconoció ayer, en una carta remitida al Ministerio de Defensa, responsabilidades propias en la cadena de contrataciones del Yak-42, por desconocer los incumplimientos de Chapman Freeborn, una de las compañías a las se arrendó el vuelo.

Como consecuencia de la reclamación española, Namsa comunica que revisará los controles y procedimientos de calidad en los seguros y las contrataciones de vuelos. La respuesta de Namsa obedece a que el pasado 1 de junio el JEMAD pidió «de forma clara» y «por escrito» al director general de Namsa, Karl Heinz Münzer, que la agencia de la OTAN asumiera las responsabilidades derivadas del proceso de seis subcontrataciones.

Así lo pone de manifiesto el director general de Namsa, Karl Heinz Münzer, en una carta recibidae por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Félix Sanz Roldán.

Ante esta respuesta, el ministro no pedirá que esta cuestión se incluya en el orden del día de la reunión del Consejo Atlántico que se celebrará este jueves y viernes en Bruselas, tal y como había amenazado.

Las mismas fuentes, indicaron que Namsa señala en su carta que Chapman incumplió las responsabilidades adquiridas en su contrato con Namsa al no comunicar la cadena completa de subcontrataciones y las cuestiones que afectaban a los seguros.

Entonces Namsa se comprometió a realizar las reclamaciones de indemnización a Chapman Freeborn, una de las compañías a las que la agencia de la OTAN arrendó el vuelo que debía llevar a España a 62 militares españoles, que a su vez lo subcontrató a la compañía ucraniana Um Air. Hasta ahora, Namsa derivaba a España la petición de estas indemnizaciones a las empresas intermediarias, pero ahora Defensa reclama a Namsa cerca de cuatro millones de euros por el incumplimiento de su deber de supervisión y control.