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Los grupos parlamentarios de PP, CiU e Izquierda Verde (IU-ICV) quieren aprovechar las conclusiones de la comisión de investigación sobre los atentados del 11 de marzo para introducir mejoras en el funcionamiento en este órgano parlamentario y salvar para el futuro los déficits a los que se ha visto sometida la comisión del 11-M a lo largo de este año de trabajo.

En concreto, el PP defiende que el principal partido de la oposición tenga garantizada una especie de cupo en materia de comparecencias y petición de documentos en las comisiones de investigaciones, de forma que tales solicitudes no puedan ser paralizadas por la mayoría como, a su juicio, ha sucedido con la comisión del 11-M. Asimismo, aboga por introducir un relator independiente que se encargue de redactar las conclusiones de la comisión de investigación. Según los 'populares', esta figura daría más «objetividad» al informe final de la investigación que debe votar el Pleno de la Cámara Baja.

Así, estas formaciones inciden en sus conclusiones en la necesidad de dotar a las comisiones de más medios y más recursos materiales, regular el formato de los interrogatorios y las garantías de los comparecientes o aclarar qué relación debe haber entre la investigación parlamentaria y judicial. El PP y CiU también solicitan que se fije un cupo mínimo de comparecencias por grupo parlamentario.

Ambas propuestas ya fueron llevadas por el PP al grupo de trabajo para la Reforma del Reglamento del Congreso, si bien no contaron con el respaldo de los socialistas, que consideran que el relator «introduce actores extraparlamentarios» y «rompe la lógica de la investigación interna parlamentaria». El PSOE también discrepó entonces de fijar un cupo mínimo alegando que «no está determinada reglamentariamente» la figura de primer grupo de la oposición.