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EFE-LUXEMBURGO
El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que «a día de hoy» es difícil un acuerdo sobre las próximas perspectivas financieras de la UE, y asegura que, para lograrlo, España sólo aceptará hacer un «esfuerzo de solidaridad razonable, equitativo y progresivo» del 2007 al 2013.

Añadió que por el desarrollo económico de España y por el efecto que ha tenido la última ampliación comunitaria, en la que los países que han entrado a formar parte de la UE tienen una renta bastante inferior, España es uno de los socios llamados a hacer un esfuerzo de solidaridad más notable.

Rodríguez Zapatero hizo estas declaraciones en Luxemburgo tras la entrevista que mantuvo con el primer ministro de este país y presidente de turno de la UE, Jean Claude Juncker, para analizar la negociación del próximo presupuesto de la UE y las consecuencias del referéndum francés sobre la Constitución Europea.

En la entrevista que mantuvieron en el Castillo de Senningen, Zapatero expuso al primer ministro luxemburgués que la UE debe mantener un presupuesto que permita conseguir los objetivos y que ha de estar por encima del uno por ciento del PIB comunitario.

Sin embargo, aseguró que «sólo aceptará un esfuerzo de solidaridad razonable, equitativo y progresivo del 2007 al 2013» y, en todo caso, España debería seguir recibiendo un saldo favorable del conjunto de la UE.

La última propuesta de la Presidencia para intentar lograr un acuerdo fue considerada por Zapatero «insuficiente» para España aunque contenga elementos positivos respecto a otras anteriores.

El presidente del Gobierno calificó su posición de «exigente pero constructiva», insistió en que en este momento ve difícil el acuerdo, pero dijo que sería posible lograrlo con «voluntad política» en el Consejo Europeo de los próximos 16 y 17 de junio en Bruselas.

Zapatero garantizó que España tiene la mejor disposición para ello, pero señaló que el país tiene la obligación de tener unas perspectivas financieras que le permitan seguir siendo «claramente receptor de fondos, y, por tanto -precisó-, receptor de solidaridad y cohesión de la Unión Europea».

Una ayuda que permita a España mantener un alto ritmo de crecimiento económico, creación de empleo y avance en infraestructuras y situarse a la cabeza en investigación, desarrollo y nuevas tecnologías.