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El Rey dijo ayer del Papa Juan Pablo II que «hará historia», mientras que la Reina afirmó que «todos le echaremos mucho de menos» y para el príncipe de Asturias, el Pontífice fallecido es «el Papa de nuestra generación».

Durante todo el día, cientos de personas han acudido a la Nunciatura para firmar en estos cuatro libros de condolencias.

Los Reyes y los príncipes de Asturias acudieron ayer tarde a la Nunciatura para transmitir al Nuncio en España, Manuel Monteiro, su pésame por la muerte, del Papa Juan Pablo II.

A la salida de la Nunciatura, Don Juan Carlos destacó la personalidad del Papa fallecido y dijo sentirse muy «apenado, como todo el mundo», por el fallecimiento del Pontífice. Por su parte, la Reina dijo sentir «un cariño especial» por este Papa. «Una persona tan universal, conocido por todo el mundo. Le echaremos mucho de menos», subrayó. El príncipe de Asturias destacó ante los periodistas el trabajo infatigable del Papa a lo largo de sus 26 años y medio de pontificado. «Nos deja un gran legado. Es el Papa de nuestra generación», dijo.

A las 19,55 horas llegaban los Reyes y los príncipes de Asturias a la sede de la Nunciatura, en cuya puerta fueron recibidos por el Nuncio Manuel Monteiro.Desde ahí, pasaron al interior del edificio para dejar constancia por escrito de su pésame en uno de los cuatro libros de firmas colocados en el vestíbulo de entrada.

Tras la firma, los Reyes y los Príncipes, de luto riguroso, pasaron a una sala donde conversaron con el Nuncio durante casi media hora.

Los Reyes y los Príncipes expresaron al Nuncio la cercanía que siempre sintieron del Papa Juan Pablo II y recordaron muchos de los momentos vividos junto a él en sus cinco visitas a España y en las ocasiones en las que la Familia Real le vio en el Vaticano.

En el vestíbulo de la Nunciatura, adornado con flores blancas y amarillas, colores de la bandera vaticana, está colocado el sillón blanco utilizado por el Papa en su última visita a Madrid, en 2003, para oficiar una multitudinaria misa en la Plaza de Colón, donde canonizó a cinco beatos españoles. Los Reyes asistirán, con toda probabilidad, según fuentes de la Nunciatura y de la Casa del Rey, a la proclamación del nuevo Papa.