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La jueza que investiga el hundimiento del túnel del metro del Carmel dictó ayer una providencia en la que pide al departamento de Obras Públicas que aporte al juzgado «con carácter de urgencia» el libro de obras en las que se produjo el accidente, así como el libro de órdenes de las mismas.

Los listados de los perjudicados deberán especificar, según la magistrada, nombre, apellidos, DNI, fecha de nacimiento, teléfono de contacto y el domicilio en el que residieron «con especificación de si fue derribado o desalojado» y domicilio actual.

La titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona, Elisabet Castelló, también pidió al Ayuntamiento de Barcelona que le facilite «el listado de perjudicados por el hundimiento del túnel de maniobras».

Una vez que la jueza Castelló disponga de este listado, procederá al ofrecimiento de acciones a los perjudicados, a quienes se les comunicará de forma individual esta posibilidad, por si desean personarse en la querella por daños y estragos presentada por una estanquera y un pastelero del barrio contra las empresas responsables de la obra.

De hecho, la jueza hizo público ayer que un tercer comerciante, que regenta una tienda de electrodomésticos en uno de los edificios que debe ser derribado, se ha sumado como parte perjudicada en la querella.

A través de otra providencia, la titular del juzgado de instrucción 33 de Barcelona también ha designado a los tres ingenieros que actuarán como peritos judiciales en este proceso.

Estos peritos (Alcibiades Serrano, Antonio Soriano y Jordi Corominas) han sido elegidos por sorteo de entre los catedráticos ingenieros de caminos, ingenieros geólogos e ingenieros de minas propuestos por la Universidad Politécnica de Cataluña y la Universidad Politécnica de Madrid.