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Quince minutos antes de las 11.15 horas de ayer, cuando estaba previsto que el Parlament votara la moción de censura presentada por el PP contra el president de la Generalitat, Pasqual Maragall, la Mesa de la Cámara catalana recibió la solicitud del grupo popular de retirar la iniciativa. El líder del PP catalán, Josep Piqué, justificó esta decisión asegurando que se reserva así la posibilidad de emprender nuevas iniciativas de este calibre si en el plazo de una semana no se disipan las dudas sobre la existencia de un supuesto pacto de silencio entre CiU y PSC para «taparse las vergüenzas».

Antes de la formalización de la retirada de la moción de censura, Piqué denunció que en el pleno del jueves se asistió a una «reedición del oasis catalán que a la práctica supone un pacto subterráneo entre CiU y PSC para taparse mútuamente, al igual que durante 25 años, las vergüenzas».

En menos de medio minuto, el president del Parlament, Ernest Benach, abrió y cerró la sesión plenaria, sólo para informar en el hemiciclo de la retirada de la moción. En caso de haberse votado la iniciativa, el PP no habría podido presentar una nueva censura al Gobierno hasta el próximo período de sesiones, que empieza en septiembre, mientras que CiU debería esperar un mes desde la votación para poder impulsar una iniciativa de este tipo.

Se trata, dijo, de un «pacto de silencio», una «omertà», entre Maragall y el líder de la federación nacionalista, Artur Mas, que busca «hurtar a los ciudadanos la verdad».

Frente a esta sospecha, la obligación de los populares, según su líder, es «no bajar la presión» y mantener su «exigencia ética hasta el final». Por ello, advirtió que, si en una semana no se disipan sus dudas sobre la existencia de ese supuesto pacto de silencio, concluirán que «se ha vuelto a engañar a los ciudadanos» y «reaccionaremos con contundencia», presentando una nueva moción de censura, pues se debe constatar la «voluntad de transparencia del Gobierno lo antes posible». Piqué tiene el objetivo de presentar una serie de iniciativas en favor de la transparencia en la gestión pública, que van desde la reforma de la ley de contratos de la administración hasta la reforma de la ley de la Sindicatura de Cuentas, para adscribir en su estructura la oficina antifraude que el Gobierno se ha comprometido a crear, aunque dependiente de la Conselleria en Cap.