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Toda España recordó ayer en silencio a las 192 personas asesinadas hace un año en los atentados de Madrid en concentraciones celebradas en todas las ciudades. El silencio fue el protagonista de los actos de duelo, donde se evitaron los discursos por deseo de los familiares de los fallecidos. El aniversario comenzó en Madrid muy temprano, a la misma hora en que se produjeron los atentados: las 7.37 de la mañana. En ese momento comenzaron a doblar las campanas de las 650 iglesias de la ciudad.

Los ciudadanos, convocados por el Gobierno y la Federación de Municipios, participaban en el homenaje a las víctimas reservando cinco minutos de silencio para su recuerdo. De forma simultánea se celebraron actos de duelo en las sedes de las instituciones oficiales, autonómicas o locales, en los lugares de trabajo, las grandes empresas, el mundo financiero, deportivo y entidades culturales.

Mientras, en la Puerta del Sol, ante la fachada de la sede del Gobierno regional, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, depositaba una corona de laurel, acompañada por representantes de las víctimas.

Con las banderas de todos los edificios oficiales a media asta, se guardaron cinco minutos a la misma hora de los atentados, que también se repitieron en los escenarios de la tragedia. Varias horas después, a las 12 de la mañana, se repitieron los actos de recuerdo en silencio, que siempre concluyeron con aplausos de los participantes. Los cinco minutos de silencio convocados en toda España para el mediodía tuvieron especial significado en Atocha, el lugar donde estalló la primera bomba, al que acudieron miles de personas, mientras todos los trenes se detenían durante cinco minutos. Emoción, lágrimas y un silencio sobrecogedor, especialmente en los andenes marcaron este acto, que se celebraba al mismo tiempo en la calle Téllez, y en las estaciones de Santa Eugenia y El Pozo.