El presidente del PP, Mariano Rajoy, habla con el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, en un acto del partido.

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Por otro lado, el líder del PP, Mariano Rajoy, aseveró que dialogar con el lehendakari Juan José Ibarretxe antes de que retire su plan o con ETA, tratando de «imponer su criterio», «jugando con ventaja» y «haciendo trampas» es «prostituir el diálogo». Asimismo, pidió también una actuación contra los que incumplen la ley y las decisiones del Tribunal Supremo, por lo que demandó al Fiscal General del Estado que tome medidas contra el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, por mantener a Batasuna en la Cámara y contra Arnaldo Otegi por los mensajes que se ha permitido lanzar sobre ETA.

No obstante, «ni el Gobierno ha recibido ninguna carta, ni tiene ninguna interlocución abierta con ETA», aseveró la vicepresidenta que reiteró las palabras de Zapatero indicando que «mientras no cese y se produzca el silencio de las armas y las bombas, no se va a producir el escenario de escuchar». «A partir de ahí poco más se puede añadir. Lo que no significa como también señaló Zapatero que este Gobierno no esté trabajando por la esperanza de labrar la paz. Vamos a hacerlo con todos los instrumentos e inteligencia que tenemos, que creo que tenemos las dos cosas», afirmó rotundamente De la Vega.

El consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, señalaba una probable «línea caliente» entre Batasuna y el Gobierno, algo que el portavoz de su formación en el Parlamento, Joseba Egibar, calificó de «lógico» y que parecía ratificarse con las palabras del propio ex ministro de Interior y Justicia socialista, Juan Alberto Belloch, al asegurar que «ahora hay alguien que está intentando» entablar conversaciones con los terroristas.

Esta supuesta vía de diálogo, que, en caso de existir, evidentemente se llevaría a cabo en la sombra (Belloch apuntó que «sólo lo saben el ministro de Interior y el presidente») fue negada rotundamente por Fernández de la Vega al salir del Consejo de Ministros. «Sí ha habido un breve informe del presidente del Gobierno y un análisis de la situación política, como se hace en cada Consejo y donde se analiza obviamente la situación política de lo que ha ocurrido en los últimos días», matizó.

Por otra parte, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, consideró ayer que el acuerdo alcanzado por José Luis Rodríguez Zapatero y por Mariano Rajoy supone una «nueva reedición de los Pactos Autonómicos» que se alcanzaron tras el golpe de Estado del 23-F y que supusieron «quebrar y vulnerar» el Estatuto de Gernika y la Constitución. Advirtió de que los vascos seguirán «buscando el camino», pese al rechazo del Congreso a su Plan y a que el PSOE y PP pretendan «imponer su voluntad». «No hay otro camino para solucionar el conflicto vasco que el de «hablar y dialogar. PSOE y PP han optado por el pacto para imponer sus ideas a la instituciones de Euskadi», afirmó.