Don Juan Carlos y doña Sofía prueban leche de camella y dátiles durante su calurosa bienvenida en Marraquech.

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EFE-MARRAQUECH
Don Juan Carlos y Mohamed VI coincidieron ayer en destacar que, a pesar de «los avatares» de la política, existe un entramado de vínculos e intereses entre España y Marruecos que confieren a sus relaciones un carácter privilegiado. La primera jornada de la visita de Estado de tres días de los Reyes de España finalizó con la cena de gala en el Palacio Real de Marraquech, en la que ambos monarcas pronunciaron unos discursos en los que valoraron las buenas relaciones bilaterales.

El Rey agradeció «vivamente» a Mohamed VI, a quien llamó «mi gran amigo y querido hermano», la «eficaz colaboración». Mohamed VI dijo que «nos felicitamos por la estrecha cooperación y por la acción conjunta que nuestros dos países amigos desarrollan en el ámbito de la lucha internacional contra la lacra del terrorismo».

Don Juan Carlos señaló que el rumbo en las relaciones entre España y Marruecos «no ha cambiado», a pesar «de los avatares que hayamos podido experimentar en nuestra historia más reciente». Mientras, Mohamed VI manifestó que, a pesar de «los avatares» de la política, España y Marruecos han sabido preservar un diálogo constructivo y una confianza recíproca y abogó por alzar estas relaciones privilegiadas al nivel de una asociación «estratégica». En sus discursos, ambos monarcas se refirieron a la lucha contra el terrorismo y la emigración clandestina.

El Rey de España afirmó que «en el empeño por hacer prevalecer la lógica de la razón y de la legalidad internacional», los dos países «están también llamados a cooperar para luchar contra el principal azote de nuestro tiempo», el terrorismo. Los brutales atentados de Casablanca, en 2003, y del pasado 11 de marzo en Madrid constituyen, según el monarca, «un dramático recordatorio sobre la necesidad de que nuestros dos Estados y pueblos sigan trabajando, cada vez más unidos, para acabar con el terrorismo y asegurar el pleno respeto a la vida, demás derechos fundamentales y valores democráticos, esencia de la convivencia pacífica de nuestras sociedades».