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El coordinador general de IU en funciones, Gaspar Llamazares, hizo ayer durante su discurso inaugural de la VIII Asamblea una fuerte autocrítica por haber cometido «errores sin paliativos» durante su gestión, pero también reclamó, ante los otros posibles candidatos (Felipe Alcaraz y Enrique Santiago), que se le reconozcan los aciertos.

Los tres candidatos a liderar Izquierda Unida llegaron al Palacio de Congresos a las 16.00 horas, junto a los primeros compromisarios que deberán pronunciarse el próximo domingo sobre el equipo que debe dirigir los destinos de la federación hasta el siguiente cónclave.

Llamazares llamó a la unidad y se refirió al ex diputado Felipe Alcaraz y al secretario general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Enrique Santiago, para asegurar que es más lo que les une que lo que les separa, y aceptar su tesis de que IU debe mantener un perfil propio de oposición nítida al PSOE.

De hecho, el ex diputado Felipe Alcaraz había asegurado a los periodistas a la entrada que Llamazares ha trabajado «muchísimo» desde que fue elegido coordinador general hace cuatro años, pero sin duda «se ha equivocado» en aspectos como restar perfil al proyecto de IU.

«No podemos estar sin perfil y como una especie de bisagra», añadió Alcaraz, que instó a la formación a definir si está en el Gobierno o en la oposición y tomar conciencia de su importancia «aunque sólo tengamos cinco diputados» porque «una fuerza con este tamaño y sin perfil se puede ir por el desagüe en poco tiempo».

Añadió que coincide con Llamazares en la importancia de parar los pies a la derecha, o dar apoyos concretos al Gobierno del PSOE en cuestiones como los Presupuestos Generales del Estado.