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La Mesa y la Junta de Portavoces del Congreso acordaron ayer aplazar al jueves la votación sobre la tramitación directa y en lectura única de la reforma del CGPJ tras la reunión de urgencia de ambos órganos que convocó el presidente de la Cámara, Manuel Marín, tras interrumpir la sesión plenaria.

Los incidentes comenzaron cuando, tras anunciar Marín la votación sobre la tramitación directa y en lectura única del proyecto de ley que el lunes mismo volvió a aprobar el Gobierno, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, pidió la palabra para quejarse de que se fuera a producir esa votación y considerarla un «atropello». El PSOE también acabó por participar en la riña.

Marín, se vio obligado a llamar al orden en repetidas ocasiones a los diputados del PP debido a los gritos («tongo» y «qué vergüenza») y protestas entre las que se desarrolló el debate. Sólo se hizo el silencio cuando el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, amenazó con el plante de sus diputados si se producía ayer la votación y con presentar una moción de reprobación contra Marín.

Se convocará para el jueves una sesión plenaria específica a las 14:00 horas, una vez concluida la sesión actual, en la que el único punto del orden del día será aprobar ese trámite rápido para la ley en este su segundo paso por el Congreso, después de que el pasado día 25 no alcanzara la mayoría absoluta necesaria para ser remitida al Senado.

De esta forma, no se alteran los planes para la aprobación de la norma, ya que se mantiene el pleno del próximo día 9 en el que está prevista la votación, ya de las cuestiones de fondo.

Marín convocó a los portavoces tras sucesivas intervenciones de los portavoces del PP y, especialmente, después de que Vicente Martínez Pujalte esgrimiese la imposibilidad de votar respecto a un texto que aún no ha sido publicado en el diario de sesiones. Se quejó, además, de que la nota interpretativa de los servicios jurídicos de la Cámara, que Marín ordenó repartir a los diputados, no llevaba ninguna firma.