El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, acusó ayer
al PP de estar convirtiéndose en «un partido de derecha extrema».
Sevilla opinó que lo ocurrido en la reunión del Pacto
Antitransfuguismo -en la que todos los partidos salvo el PP
condenaron la moción de censura contra el alcalde de León como un
«claro caso de transfuguismo» y pidieron a ese partido que se
desvincule de la misma- «refleja la visión de lo que está pasando
en los últimos días». Se refirió en concreto a la polémica que ha
suscitado la visita a España de la visita a Hugo Chávez, presidente
de Venezuela, y la insinuación del ministro Moratinos en la que
afirmó que Aznar apoyó el golpe de Estado cometido contra este
mandatario.
El responsable de Administraciones Públicas consideró que el PP
«no ha asimilado lo que pasó en las últimas elecciones y que cree
que los ciudadanos se equivocaron al no revalidar su mayoría, y
están dispuestos a corregir eso a base de tensar al máximo».
Por otra parte, El presidente del PP, Mariano Rajoy, reiteró
ayer que el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel
Angel Moratinos, debe presentar su dimisión «inmediatamente» por
sus declaraciones sobre el apoyo del Ejecutivo del PP en 2002 al
golpe de Estado contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Rajoy señaló que «este tema afecta al prestigio del titular de
Exteriores en Europa y nos deja quedar a la altura del betún».
Según Rajoy, el Gobierno «no sólo realiza una mala política
exterior y está muy despistado, es que al final no sabe ni por
donde anda». Por ello, indicó que «no cuente conmigo» en alcanzar
un pacto en materia de política exterior «salvo que rectifique una
agresión de estas características».
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