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El ministro de Defensa, José Bono, anunció ayer que ya ha sido arrestado el sargento primero involucrado en el simulacro de atentado realizado en la cafetería 'La Amarilla' de Madrid el pasado día 17, quien «también será objeto de un expediente disciplinario». El titular de Defensa, que se personó en el bar para pedir disculpas a sus dueños por el altercado, relató que el «susto» que se llevaron en dicho local fue lógico, pese a que el arma utilizada fuera de plástico. El jefe del Estado Mayor (JEME), del Ejército José Antonio García González, puntualizó que el militar actuó por «iniciativa personal» y de forma «poco afortunada».

Según precisaron fuentes militares, el sargento primero era el instructor de los otros cuatro militares que le acompañaron en el simulacro y ya se le ha pedido que realice un relato de los hechos. «Tomó por objeto este bar, 'La Amarilla', y allí entró con el susto consiguiente, con una pistola que según me dice el JEME era de plástico, pero a los ojos de cualquier otra persona que hubiera ido armada se hubiera creído, a lo mejor, obligada a repeler la agresión», dijo.

Bono explicó que tras enterarse de este incidente, le pidió al jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra que hiciera una «investigación urgente». Bono indicó que aunque el «expediente sigue adelante», ya tiene las «primeras conclusiones». Así, relató que a primera hora de ayer, el «responsable de la guarnición de Madrid» -el general jefe interino del Mando Regional, Luis Javier Sánchez Noailles-, se reunió con el JEME.

Según Bono, el general le explicó al jefe del Ejército de Tierra que en un curso de adiestramiento de protección y escolta de personalidades, «el encargado de uno de los pelotones creyó, por su cuenta y riesgo y sin informar al mando, que debía hacer una demostración práctica con algunos de los muchachos que estaban haciendo el curso».