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OTR/PRESS-VITORIA
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aseguró ayer que «nada ni nada» impedirá que los vascos decidan su futuro. O lo que es lo mismo, anunció que pedirá autorización al Parlamento vasco para celebrar el referéndum que culmine su Plan siempre y cuando la Cámara apruebe su proyecto, y aunque las Cortes Generales se opongan. Ibarretxe eludió hablar de los apoyos con los que cuenta, ahora mismo insuficientes. Necesita a Sozialista Abertzaleak, formación a la que advirtió que no negociará con ella mientras ETA no declare un alto el fuego. A la banda terrorista le dijo que para un final dialogado del conflicto debe mostrar una «disposición inequívoca» por la paz.

«Queremos decidir y nada ni nadie nos lo va a impedir. La suerte de Euskadi se juega y se decide en Euskadi y no en Madrid. Se necesita capacidad de asumir que Euskadi no es una parte subordinada del Estado Español». Estas y otras frases evidencian que el lehendakari no va a dar pasos atrás, que mantiene su Plan soberanista y que está dispuesto a que su debate finalice en votación y que, de ser aprobado, se convoque un referéndum sólo con la autorización del Parlamento vasco si las Cortes Generales «no se avienen a un proceso de negociación».

Ibarretxe, que centró su discurso en el Pleno de Política General en este su plan, no fue muy explícito al hablar de los apoyos con los que cuenta para sacarlo adelante. A Sozialista Abertzaleak le advirtió que «no es posible la negociación política con ETA poniendo bombas». Al PSE le acusó de no tener interés en el debate parlamentario por un interés electoralista. Y al PP de buscar una estrategia con los socialistas para desbancar al nacionalismo del Gobierno. A todos ellos les advirtió que no habrá adelanto electoral.