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Jornada agitada ayer en los astilleros españoles. Desde A Coruña hasta Cádiz, los empleados de los astilleros públicos de once ciudades españolas salieron a la calle para pedir a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que retire su propuesta de segregación. El resultado: siete trabajadores y dos policías heridos en Cádiz, mientras las movilizaciones se desarrollaron sin incidentes en el resto de España.

Las protestas protagonizadas por los trabajadores de las tres factorías de Izar en la bahía gaditana se saldaron ayer con siete empleados y dos agentes de la Policía Nacional heridos en el Puente de Carranza, que da acceso a la capital y que fue cortado por los empleados del astillero desde las ocho de la mañana hasta pasado el mediodía. La protesta provocó el aislamiento de la capital gaditana por carretera y vía férrea durante unas horas.

Fruto de los enfrentamientos entre los trabajadores y los cuerpos de seguridad del Estado, dos agentes tuvieron que ser trasladados en ambulancia al Hospital Puerta del Mar en Cádiz a consecuencia de las heridas que les produjeron los tornillos y las bolas de acero que lanzaban los trabajadores, que pretendían llegar hasta la torre de control del puente, por el que se accede a Cádiz desde Puerto Real.

Del lado de los trabajadores, siete de ellos resultaron heridos leves en los incidentes, en los que la policía utilizó gases lacrimógenos y pelotas de goma. Los trabajadores del astillero de Cádiz protagonizaron una manifestación de tres horas por las calles de la capital hasta llegar a la sede de la subdelegación del Gobierno en Cádiz, donde mantuvieron una reunión con el subdelegado, quien se comprometió a trasladar a la SEPI las reivindicaciones de los trabajadores.

Los empleados de los astilleros del resto de España siguieron con total normalidad la convocatoria para protestar contra el Plan de Viabilidad de la SEPI que pasa por la segregación de los centros de trabajo civiles de los militares.