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El presidente del Grupo Santander, Emilio Botín, aprovechó la junta general de accionistas del banco para anunciar que los beneficios de la entidad en 2004 superarán los 3.000 millones de euros, un nuevo récord para las empresas españolas y un 15% más que el resultado obtenido en 2003.

Botín se ganó con su anuncio uno de los contados aplausos que se escucharon en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander, donde se reunieron alrededor de 1.500 accionistas, que también pudieron escuchar del presidente su optimismo para 2005 y 2006.

Botín aprovechó también su discurso para felicitar al nuevo Gobierno socialista, del que dijo que «su compromiso con la estabilidad fiscal y el equilibrio presupuestario han permitido mantener intacta la confianza en nuestro país».

El presidente del Santander dijo que la economía está bien encaminada «hacia un crecimiento cercano al tres por ciento», al tiempo que apuntó que «no me cabe ninguna duda de que seguiremos en la senda de la creación de empleo, de ser cada día más competitivos y de que creceremos por encima del conjunto de la UE».

No obstante, el máximo responsable del primer banco español apuntó también algunas «sombras» en el ámbito internacional como el precio del petróleo, los riesgos geopolíticos o «la previsible subida de tipos de interés en Estados Unidos».

El presidente del Santander aprovechó también su intervención para dedicar un recuerdo a las víctimas de los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid, así como para mostrar su reconocimiento al empresario portugués Antonio Champalimaud, fallecido el pasado mes de mayo y que era uno de los principales accionistas del banco, así como miembro de su Consejo de Administración.