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EMILIO OLIVA-MADRID
Los 16 integrantes del primer Gobierno formado por José Luis Rodríguez Zapatero, con la única excepción de José Bono que optó por jurar, prometieron sus cargos ante el Rey en una ceremonia celebrada en el Palacio de la Zarzuela. El Rey, acompañado por la Reina, presidió la ceremonia que tuvo lugar en el Salón de Audiencias, el mismo lugar en el que se ha cumplido con este requisito en las siete legislaturas precedentes.

La Constitución, un ejemplar facsímil del firmado en 1978, estaba abierto ayer por el artículo 100, que se refiere al nombramiento y separación de sus cargos de los ministros por el Rey, a propuesta del presidente del Gobierno. A la izquierda de la mesa se situaron los Reyes y, junto a ellos se encontraba un visiblemente satisfecho Rodríguez Zapatero, y a continuación los testigos de la ceremonia, los presidentes del Congreso, Manuel Marín, y del Senado, Javier Rojo, y los presidentes del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, y del Supremo, José Francisco Hernando.

Aunque sólo el nuevo ministro de Economía, Pedro Solbes tiene experiencia como ministro de un Gobierno anterior, todos cumplieron con el trámite de la promesa sin dejarse intimidar demasiado por la solemnidad de la ocasión, ni por los numerosos y cercanos flashes. Como es habitual en este acto, los nuevos miembros del Ejecutivo efectuaron su promesa ante un ejemplar de la Constitución, una Biblia, y un crucifijo situado entre ambos libros, todos ellos colocados sobre una pequeña mesa situada en un extremo de la sala.

Tras los Reyes, se encontraban los principales responsables de la Casa del Rey, encabezados por Alberto Aza. El acto se inició con la lectura de los decretos de nombramiento firmados el sábado por Don Juan Carlos, y publicados ayer en una edición extraordinaria del BOE.