TW
0

Los ministerios de Fomento y Vivienda, de nueva creación, compartirán sede en uno de los edificios del complejo de Nuevos Ministerios. Así lo aseguraron ayer fuentes de Fomento, después del acto de traspaso de carteras que sirvió para también para que Francisco Àlvarez-Cascos se despidiera definitivamente del mundo de la política. El ya ex ministro entregó a María Antonia Trujillo la nueva cartera de Vivienda y a Magdalena Àlvarez la que él mismo ocupó, la de Fomento.

Un acto breve y sencillo, de carácter informal, sirvió para sellar el traspaso de poder. Ni Àlvarez-Cascos ni las dos nuevas ministras hicieron declaraciones a los medios de comunicación. Tanto Àlvarez como Trujillo lo harán hoy lunes, cuando tomen posesión oficialmente de sus respectivos departamentos, que compartirán sede en Nuevos Ministerios.

Àlvarez hereda de su antecesor un Plan de Infraestructuras de Transporte que se encuentra en el ecuador de su ejecución, prevista para 2010, y un camino abierto y marcado para emprender la liberalización del sector del ferrocarril para poner fin al monopolio de Renfe.

Reto
El reto que tiene ante sí la ministra es el de cerrar el déficit de infraestructuras de transporte que mantiene aún España aprovechando los fondos europeo que España recibirá hasta 2006.

El de Vivienda, pese a ser un Ministerio con no demasiadas competencias, es uno de los que más miradas ha suscitado. Se trata de una nueva cartera que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió durante la campaña electoral.

De hecho, una de las primeras actuaciones previstas de su Ejecutivo es un plan de choque en esta materia, que el ya jefe del Ejecutivo considera uno de los principales problemas de los españoles. Trujillo asume el reto de atajar el encarecimiento del 11,86 por ciento que el precio de los pisos ha registrado en el periodo de Gobierno del PP.