Asesinado en Bagdad un diplomático, miembro del servicio secreto español

Bernal vivía solo en una calle muy tranquila, pero conectada con la avenida 14 de Ramadán, una de las principales arterias de la capital que une Bagdad con el norte del país, por lo que es probable que los agresores huyeran sin dificultades. Un policía llamado Awad Eidan, que fue testigo de los hechos, explicó que los agresores de Bernal fueron cuatro hombres que llegaron a su domicilio en un coche de color marrón de marca Opel y con una placa de matriculación extranjera.

Del vehículo descendió un hombre «vestido con un turbante negro y una capa ligera de color negro, como las que suelen llevar los clérigos chiíes», dijo Eidan. Fue ese individuo el que llamó a la casa de Bernal y éste bajó en persona a abrirle la puerta, sin que quede claro si ambos se conocían o no previamente. En este sentido, la ministra, Ana Palacio, cree que hay que analizar el hecho de que abriera la puerta a su agresor. «Por lo tanto, le conocía», dijo. «Por la experiencia que tenía, por su trayectoria, hay que pensar eso, que no es alguien que abriría la puerta a cualquiera», añadió.