Manuel Fraga leyó el párrafo dedicado a homenajear el papel del Rey
en la consolidación de la democracia en España. Los ponentes, dijo,
creen «de justicia reconocer el papel insustituible de la
Institución monárquica y de su titular, Don Juan Carlos de Borbón»,
que, a juicio de los firmantes fue primero estímulo y después
garante del funcionamiento de las instituciones de la democracia ya
instalada.
Los 'padres' de la Constitución fueron leyendo uno por uno la
declaración aprobada en su 25 aniversario. Gabriel Cisneros fue el
primero en tomar la palabra. «El mérito de la ponencia, si lo
hubiere, fue acertar a interpretar los anhelos de paz y libertad
que alentaban en lo más profundo del pueblo español», dijo, para
después incidir en que «el respeto a sus valores y principios y a
sus reglas de juego y procedimientos es también imprescindible para
el futuro».
Continuó la lectura de la declaración Miguel Herrero de Miñón,
proclamando la vigencia de aquel «espíritu de reconciliación
nacional» que se plasmó en la Constitución, «con independencia de
sus méritos jurídicos, sus eventuales deficiencias o las libres
opiniones sobre su perfectibilidad».
Gregorio Peces Barba aseguró que en los 25 años que lleva
vigente la Carta Magna se «han experimentado y puesto a prueba la
mayor parte de las instituciones previstas».
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