Aspecto que ofrecía la manifestación celebrada en Bilbao, convocada por la ilegalizada Batasuna.

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Miles de personas participaron ayer en la marcha por la autodeterminación en Bilbao, convocada por la izquierda abertzale, y que se desarrolló sin incidentes. El parlamentario de SA, Arnaldo Otegi, advirtió que a Batasuna «no la van a sacar de la calle, ni de la política, ni de las instituciones» y pidió al Gobierno vasco que no permita poner a la Ertzaintza «al servicio del fascismo» de Madrid.

Varios miles de personas participaron en la manifestación convocada contra el «apartheid» y en defensa de la autodeterminación, sin que se produjeran incidentes y tras rechazar el Tribunal de Justicia del País Vasco el recurso que la Fiscalía presentó contra la decisión del Departamento de Interior vasco de no prohibir la marcha. La manifestación estuvo encabezada por dirigentes abertzales como Arnaldo Otegi, Jone Goirizelaia, Tasio Erkizia o Joseba Alvarez, que marcharon detrás de una gran ikurriña. Durante el recorrido se escucharon gritos de «Jotake irabazi arte (Golpear hasta ganar)», «Borroka da bide bakarra (La lucha es el único camino)», «PNV español», «Independentzia», así como en favor de la ikurriña y en contra de la bandera española. Los manifestantes portaban pancartas con el lema «Batasuna aurrera. (Batasuna adelante)».

Arnaldo Otegi advirtió de que a la izquierda abertzale «no la van a sacar de la calle, de la política ni de las instituciones, a la vez que denunció la actuación de la Ertzaintza ayer en el recinto de txoznas de Bilbao y pidió al consejero de Interior, Javier Balza, que no ponga a la Policía vasca «al servicio de la estrategia fascista de Madrid». Otegi dijo que el que «los fascistas españoles» digan que es «un auténtico escándalo que los abertzales sigamos en las calles de nuestro país», demuestra «el absoluto fracaso de su estrategia». Pese a que se haya celebrado la marcha, la asociación mayoritaria de jueces cree que había «indicios claros» de fraude de ley en la convocatoria. La APM consideró que tenía que haber sido la Consejería de Interior vasca quien hubiera investigado a fondo la posible comisión del fraude.