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Miles de personas han participado en Barcelona en una manifestación contra el Plan Hidrológico Nacional, que ha discurrido sin incidentes y en un clima festivo, y sobre cuyo seguimiento han vuelto a discrepar administraciones y convocantes.

En este sentido, la convocante Plataforma en Defensa del Ebro ha cifrado en 300.000 personas los participantes en la manifestación, mientras que el Ayuntamiento ha calculado cerca de 100.000 personas y la Delegación del Gobierno ha rebajado este seguimiento a 15.000.

La tercera manifestación celebrada en Barcelona en contra del Plan Hidrológico Nacional ha comenzado al mediodía en la plaza Universitat y ha estado encabezada por una pancarta con la leyenda «Por una nueva cultura del agua. Nunca más un gobierno transvasista».

Junto a esta pancarta se han situado los portavoces de la plataforma, que ha dispuesto 80 autocares para asistir a la protesta, y políticos, como el primer secretario del PSC, José Montilla; el secretario general de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira; el presidente de ICV, Joan Saura, y el coordinador general de EUiA, Jordi Miralles.

También estaban en esa primera fila el secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Alvarez; el secretario de acción sindical de CCOO, Simon Rosado, y el coordinador de Unió de Pagesos, Joan Caball.

En una segunda pancarta, situada a unos metros de la anterior, y en la que únicamente se recogía una parte del lema, «Por una nueva cultura del agua», se han situado el presidente del PSC, Pasqual Maragall, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, el teniente de alcalde Jordi Portabella (ERC) y portavoces de entidades diversas.

En contra de lo previsto no ha asistido el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, aunque en la marcha han estado presentes ciudadanos aragoneses y dirigentes del PSOE de esta comunidad.