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La Conselleria de Medi Ambient del Govern de les Illes Balears decidió el pasado 6 de marzo no conceder al Consell d'Eivissa y Formentera el permiso necesario para que la cantera de Cala Tarida se destine de forma transitoria al vertido de material inerte procedente de residuos de demolición y construcción.

El ejecutivo autonómico respaldó su resolución alegando que el proyecto de regeneración presentado por la administración insular no tenía en cuenta las sugerencias presentadas por la propietaria de la cantera de Cala Tarida, Marta Portas. En estas alegaciones, Portas solicitaba que se construyeran en el terreno terrazas escalonadas y se repoblaran los bancales con olivos de cinco años de edad como mínimo. Asimismo la propietaria pedía que «la depuradora proyectada en Cala Tarida dejase a favor de la propiedad una toma de agua para el riego de los olivos plantados» y exigía «el compromiso de mantener la cantera en las condiciones establecidas en el Plan de Restauración durante los próximos cinco años».

La decisión del Govern deja en suspenso el Plan de restauración proyectado por la Conselleria insular de Medi Ambient para regenerar el paisaje de la cantera, devolviéndolo al estado anterior a su explotación. La rehabilitación se iba a llevar a cabo mediante el vertido controlado de residuos limpios de construcción y la plantación de especies vegetales originarias de la zona, como los pinos. El objetivo, además de recuperar el paisaje, era dar una salida a los desechos de obras y demoliciones. Estaba previsto que la Pimeef se encargara de la gestión de este proyecto.