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El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer que España «en todo caso va a estar bajo el amparo de Naciones Unidas», porque incluso en el supuesto de que no hubiera consenso en el Consejo de Seguridad, «todas las resoluciones están vigentes», incluida la 1441, que advierte a Irak de «graves consecuencias» si incumple sus obligaciones de desarme. En una entrevista en Tele 5, el presidente del Gobierno consideró que «desde el punto de vista de la legalidad internacional» la 1441 es suficiente para que se produzca la intervención militar, aunque consideró que una segunda resolución sería «muy positiva» para explorar nuevas posibilidades.

Preguntado por las posiciones de Francia, Rusia y China, que en las últimas horas han expresado su rechazo a la intervención militar, Aznar consideró que estos tres países están en «un camino equivocado» y bloquear el Consejo de Seguridad de la ONU «tiene sus consecuencias». A diferencia de estos países -dijo Aznar-, España no tiene «intereses materiales» en Irak, aunque precisó que le parece «respetable» el hecho de que estas naciones sí los tengan. Aznar reiteró también que España no tiene asumido ningún compromiso de carácter militar. Precisó, no obstante, que las bases de utilización conjunta, al igual que las de Alemania o Italia, han sido utilizadas en los términos previstos en el acuerdo bilateral con Estados Unidos para una intervención militar.

El jefe del Ejecutivo insistió en que España está haciendo «todo el esfuerzo» por que haya el mayor consenso posible, y recordó que el veto «no es una palabra nueva», pues ya se utilizó con ocasión de la crisis de Kosovo y al final el Consejo «fue superado y hubo una intervención». A su juicio, la comunidad internacional «debe incrementar la presión por todos los medios» para que Sadam y «todos los dictadores con armas de destrucción masiva y conexiones con grupos terroristas» sepan que «la legalidad internacional va a ser respetada». Preguntado por el rechazo de la opinión pública de España a una intervención militar en Irak, Aznar recordó que la mayoría de los españoles no estaba tampoco a favor de la primera Guerra del Golfo, y se preguntó cuál sería hoy la situación si la comunidad internacional no hubiera respondido a la invasión de Kuwait por Sadam Husein en 1991.