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EFE/OTR-BILBAO
El ministro del Interior, Angel Acebes, anunció ayer que ha dado instrucciones a los servicios jurídicos de su departamento para que interpongan «todas las acciones legales, denuncias o querellas» contra quienes han formulado acusaciones de torturas a los detenidos del diario Egunkaria.

En respuesta a estas declaraciones, Anasagasti pidió a Acebes que «presente pruebas fehacientes» de que no se han producido torturas y que «no insulte y trate de amedrentarme». Anasagasti recalcó que no se va a «arrugar» ante el planteamiento de Acebes. «La salida de pata de banco del ministro demuestra que no estamos ante una persona democráticamente asentada, sino ante un personaje que se pone de los nervios cuando oye una cosa que no le gusta y que reacciona primariamente», afirmó.

Entre quienes han pedido explicaciones por las denuncias de torturas están representantes del Gobierno Vasco, PNV, EA, IU y la institución del defensor del pueblo vasco. Acebes afirmó que le merecen el «mayor desprecio personal y político» las declaraciones realizadas por el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, en las que, según el ministro, el diputado da por hecho que se han practicado torturas a los detenidos.

«Son una indecencia de declaraciones», desde el punto de vista moral, ético y político, subrayó Acebes, quien dijo que el hecho de «sumarse el portavoz de un partido político como el PNV a estas falsas acusaciones es una indignidad». El titular de Interior aseguró que los detenidos en la operación «han aplicado lo que siempre hacen todos los terroristas, es decir el manual de ETA» denunciando «torturas falsas».

Acebes recalcó que «ni la Guardia Civil ni el Cuerpo Nacional de Policía torturan» y dijo que «aquí los únicos que violan los derechos fundamentales de los ciudadanos y las libertades es la banda terrorista ETA, quien verdaderamente tortura y mata», por lo que consideró «absolutamente intolerable» este tipo de acusaciones, que calificó de «delictivas».

El director de Egunkaria, Martxelo Otamendi, denunció ayer que él y al menos otro compañero detenido en la operación contra el diario euskaldun sufrieron malos tratos, y pidió una «mayor implicación por parte de todos para acabar con la tortura, porque no podemos vivir en Euskal Herria como si estuvieramos en la época de Pinochet». Otamendi realizó esta declaraciones tras participar en una concentración de repulsa por el cierre del diario frente a la sede de Andoain, en la que participaron cientos de personas, y representantes de EA, Batasuna, Zutik, el sindicato LAB, y periodistas de otros medios de comunicación, entre otros.