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El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, fue dado de alta a últimas horas de la tarde ayer tras ser sometido a un estudio médico completo en el hospital Clínico de Madrid, después de que por la mañana sufriera un desvanecimiento al finalizar su intervención en el stand de Galicia en FITUR.

Pedro Tarquis, portavoz médico del centro sanitario, aseguró que «la exploración y el estudio completo realizado a Manuel Fraga en relación con el desvanecimiento breve y transitorio que presentó por la mañana fue rigurosamente normal tanto a su llegada como cuatro horas después».

A la salida del centro, Fraga dijo a los periodistas que se sentía como «un reloj suizo nuevo».

Precisó que «han decidido mirarme y estoy como un reloj; marcho ahora hacia Santiago» y añadió que «he dicho que estoy como un reloj suizo nuevo».

«Por lo tanto, se le ha diagnosticado como un desvanecimiento provocado por su intensa actividad física, siendo dado de alta», agregó Tarquis, quien precisó que Fraga no tiene ninguna contraindicación médica para volar.

Los miembros de la Xunta que acompañan a Fraga, así como el propio presidente, tienen previsto tomar el avión a Santiago de las 21,30 horas, informaron fuentes de la Xunta, quienes destacaron que «no tiene nada» y que lo ocurrido se debe «al agotamiento».

En el hospital, a Fraga le realizaron diversas pruebas, como un electrocardiograma, una ecografía y otros análisis, que dieron un resultado satisfactorio, según todas las fuentes.

No obstante, se le practicó una segunda analítica para descartar cualquier anomalía del paciente, que durante su estancia estuvo internado en la segunda planta del hospital, al que se desplazó la ministra de Sanidad, Ana Pastor, para interesarse por su estado.

Fraga ingresó en el hospital sobre las 16.00 horas, por decisión de su hija Isabel, que es médica, así como por el consejo de varios miembros de su gobierno, que así lo decidieron mientras asistían a un almuerzo, previsto también en los actos del Día de Galicia en FITUR.

En FITUR, Manuel Fraga sufrió un ligero desvanecimiento en el pabellón de Galicia, que le obligó a interrumpir el final de su intervención mientras era sujetado por sus asistentes para no caer al suelo.

Tras el desvanecimiento, que duró unos diez segundos, el servicio médico de FITUR le tomó la tensión, y según fuentes de la Xunta, el mareo se debió al cansancio.