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El Gobierno vasco estudiará el próximo martes la posibilidad de presentar ante el Tribunal Constitucional una recusación contra el presidente de este organismo, Manuel Jiménez de Parga, porque las «declaraciones que permanentemente está haciendo» le «inhabilitan» para el ejercicio de la presidencia del citado tribunal y demuestran «que no es un hombre imparcial, sino parcial». Los populares han calificado esta iniciativa de «desmesurada» mientras que los socialistas creen que el Gobierno vasco tiende a judicializar sus posiciones con escaso resultado.

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, decidirá junto al Consejo de Gobierno que se celebrará el próximo martes la conveniencia o no de presentar una recusación ante Jiménez de Parga, posibilidad que se produce tras las palabras del presidente del TC, en las que, según Ibarretxe. «trató de ningunear a las nacionalidades históricas y a nuestra historia».

El jefe del Ejecutivo vasco se refirió a la «larga cadena de intervenciones realmente desafortunadas» de Jiménez de Parga y afirmó que éste «no cree ni acepta la Constitución española, en la medida en que, en nuestro caso, incluso se hace una especial referencia a los derechos históricos de los territorios vascos y del pueblo vasco». Desde el Partido Popular se ha visto esta intención como «desmesurada» y emprendida como el que se pone a «matar moscas a cañonazos», mientras que los socialistas vascos opinan que el Ejecutivo de Ibarretxe tiene mucha tendencia a judicializar sus posiciones políticas obteniendo un escaso resultado de estas maniobras.